El Gran Teatro del Mundo

La obra se representó en numerosas iglesias y catedrales españolas. Con motivo de la conmemoración del Gran Jubileo del 2000 y el IV centenario de Calderón de la Barca, la obra fue representada en el Vaticano, recibiendo el Papa Juan Pablo II a todo el equipo artístico. En ese mismo año la obra se puso en escena en el Teatro de Bellas Artes de Madrid bajo la conmemoración del nacimiento de Calderón de la Barca, alcanzando en todas las representaciones ese gran éxito que merece una obra extraordinaria, con una gran puesta en escena y un elenco de actores de primer nivel capaces de decir el verso de Calderón como corresponde.

"Convertido en Autor, Dios llama al mundo para que se disponga a servir de espacio escénico, disponga decorados, preste a los actores atrezo y disponga de efectos especiales:

«Seremos, yo el Autor en un

instante, tú el Teatro, y el hombre

el recitante.»

Entrarán de inmediato en escena el Rey y el Labrador, el Rico y el Pobre, la Hermosura y la Discreción, y un Niño." (Fragmenta de la presentación de la obra realizada por Víctor García de la Concha)

Francisco Valladares interpreta el papel de El Mundo. Al finalizar la representación de la noche del preestreno (función con público y tan perfecta que fue un auténtico estreno) en la Basílica de San Francisco el Grande de Madrid, Francisco Valladares sufrió un infarto que hizo que no pudiera seguir con la función en ese escenario. Recuperado con rapidez pudo incorporarse a la compañía para el resto de representaciones por España y en el Vaticano.

"Tras el arranque musical coral pregrabado por la coral polifónica de Madrid, Francisco Valladares introdujo al público en la escena haciendo acopio de su carisma y experiencia, para dejar paso al resto del reparto." (Crítica de Antonio Rosado para la representación en la Catedral de Málaga. Al Día).

"El actor Paco Valladares, que encabeza el reparto, afirma que la pieza pierde espectacularidad fuera de un templo, pero gana pureza: «En las catedrales hay que declamar más despacio para evitar el eco, y en un teatro el verso se pronuncia más rimbombante, más propio de Calderón»" (De la noticia de Susana Moreno en El País para el estreno de la obra en el Teatro Bellas Artes de Madrid).

En relación con el poco eco que la representación de la obra en el Vaticano en la celebración del Jubileo 2000 Francisco Valladares declara, en una entrevista para el periódico Adelanto de Salamanca: "Tenía que haber sido como cuando gana la selección porque es importante lo que significa como prestigio cultural de España."

"El teatro de Tamayo –puntualiza Francisco Valladares- es luminoso, utiliza la sombra en su justa medida y sin abusar de ella. Con ello realza la labor de nosotros los actores, porque hace que el público vea nuestras caras y pueda captar todos los matices de la interpretación. Algo que es muy importante y que ahora, con frecuencia, no se tiene demasiado en cuenta. (…) No vale la excusa –afirma Valladares- de que el público sólo quiere cosas sencillas y sin complicaciones, o, peor, espectáculos basura. Creemos que al menos hay que ofrecerles la oportunidad de escuchar cosas como las que dice Calderón en este texto, que algunas te dejan pegado a la butaca, y reflexionar sobre ellas." (Presentación de la obra por Ana R. Tenorio en el Diario de Cádiz)

Nota.- Fotos de Daniel Alonso pertenecientes al archivo del Centro de Documentación Teatral del INAEM (CDT)